Durante el verano he aprovechado el tiempo libre para hacer arreglos y modificaciones en casa. Una de las cosas que llevaba tiempo queriendo cambiar era mi buzón.
Habrá quienes piensen que para qué cambiar algo que en breve no tendrá uso… pero soy de esas personas que siguen escribiendo postales, christmas y cartas por lo que valoro mucho abrir cada día mi buzón y ver que tengo correspondencia.
Como suele pasar en todo lo referente a exteriores, sólo
encuentro buzones estándar, sin ninguna gracia. No sé si la gente no demanda
originalidad o estética porque ya casi no se reciben cartas (sólo facturas) o
si es porque, en España, todo lo que sea de puertas para afuera, se cuida muy
poco.
Investigando por la
Red , he llegado a la conclusión de que, sin duda, los más apetecibles son los
antiguos: el amarillo de Villers-en-Arthies (Francia), el rojo Rey Jorge, el Lady
Limoges, el de Sanlúcar de Barrameda en piedra o el encastrado en la puerta son
buenos ejemplos.
Estos buzones vintage
son caros y difíciles de conseguir así que mi siguiente opción estaba más
enfocada hacia el DIY: casitas de madera. Las de las fotos corresponden a casas de Finlandia y Estados Unidos. Son muy bucólicos en un ambiente nórdico de campo pero no
encajan para una casa como la mía…
Y así llegué a la opción que creía definitiva: los típicos
buzones de metal americanos. Este en concreto, lo vendían en Federica & Co.
a un precio razonable pero ya está agotado.
Al final, no me ha quedado más remedio que recurrir al reciclado de mi viejo buzón: un par de manos de pintura azul añil para metal y el número de mi casa pintado en blanco. Este ha sido el resultado...
PRÓXIMA CITA: AGENDA DE NOVIEMBRE 2013 (01/11/2013)
Te ha quedado muy bonito, me gusta.Además para estar a la intemperie tampoco se puede gastar mucho.
ResponderEliminarEl primero de color amarillo,es precioso,adoro ese aire vintage.
Saludos Maricot!!
me han encantado los buzones......lo que no se te ocurra a ti'.....
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