“Si cerca de tu biblioteca tienes un jardín, no te faltará nada” Marco Tulio Cicerón

jueves, 23 de abril de 2015

Las buenas malas hierbas

Casi todos los no expertos llamamos "malas hierbas" a plantas silvestres que crecen en cualquier lugar no deseado, sobre todo, en nuestro jardín o huerto. Sin embargo, olvidamos que muchas de ellas son plantas autóctonas necesarias para mantener el equilibrio entre flora y fauna de cada ecosistema. En ocasiones éstas tienen la clave para el control de plagas o la curación de enfermedades.


La lista de plantas empleadas en fitoterapia es enorme, al igual que la lista de las empleadas en cocina… pero, en este post, no voy a hablar ni de unas de otras. Me voy a centrar sólo en las que nos pueden ayudar en el jardín.

Ortiga (Urtica dioica)

Si eres de los afortunados que tienen en su terreno una ortiga, tienes un auténtico tesoro. Si bien es cierto que sus tallos tienen unos pelillos que al contacto con la piel provocan sensación de quemazón y picor (de aquí viene el nombre de urticaria), sus beneficios compensan esto con creces.
Tiene propiedades medicinales muy variadas, sirve para fabricar fibras parecidas al lino y, lo que más nos interesa para el jardín, la ortiga fortifica y estimula la flora microbiana de la tierra y de la vegetación, mejora la función clorofílica y, además, es buen activante del compost.

Los purines de ortiga, usados como preventivos, evitan la clorosis y el ataque de los pulgones. Para hacer estos extractos fermentados, se necesitan ortigas frescas con raíz por lo que resulta muy cómodo tener tu propia cosecha de ortigas.

Purín de ortigas


Diente de león (Taraxacum officinale)

Independientemente de su valor estético y culinario -porque son aptos para el consumo humano-, los dientes de león también son buenos para el césped. Sus amplias raíces evitan que se compacte el suelo, airean la tierra y ayudan a reducir la erosión. La raíz principal extrae nutrientes, como el calcio, de las capas más profundas del suelo y los pone a disposición de otras plantas. Así pues, los dientes de león contribuyen a fertilizar el césped.


También se puede hacer un purín de diente de león para usarlo como estimulante de las demás plantas.
Tanto esta receta como la anterior han sido obtenidas del folleto “Labores de primavera” del Programa de actividades ambientales del Ayuntamiento de Madrid.

 






Trébol blanco (Trifolium repens)


Ya os hablé sobre el trébol blanco en la agenda del jardín de abril del año pasado a propósito de las praderas de bajo consumo como sustitutas del césped tradicional.

En jardinería, la tendencia es hacer praderas que contengan varios tipos de céspedes mezclados con hierbas florales como este trébol, el diente de león o las margaritas de los prados.

La elección del trébol para las praderas viene dada por su capacidad de fijar el nitrógeno (es una leguminosa), reduciendo la necesidad de fertilización del suelo. Esta característica lo hace muy apropiado para ser sembrado en suelos pobres.

Buenas razones para que, si tu césped se ha llenado de trébol, no trates de luchar contra él.


PRÓXIMA CITA: RINCONES DE TRABAJO (01/05/2015)

4 comentarios:

  1. ¡Qué interesante! En mi césped empezó a crecer una zona con trébol, y decidí dejarlo. También hay algún diente de león y margaritas. Pensé en "aliarme" con ellos y decidí no quitarlos. Me gustaría hacer una especie de pradera, y hace poco escarifiqué, puse fibra de coco y compost y esparcí semillas de flores silvestres. No sé si he hecho bien... Feliz finde!

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  2. A mí me parece genial. De hecho eso es lo que se está empezando a hacer. La primera foto del post es de un parque nuevo en Las Rozas que busca el efecto "pradera natural". Manda alguna foto al facebook!!!
    Un abrazo y feliz finde a ti también.

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  3. Post por demás interesante!
    Gracias por la data!!!

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